Los Mejores Restaurantes en Puebla

De las manos de la chef Liz Galicia y el sous-chef Alberto Fortiz, este restaurante apuesta por rescatar los ingredientes locales para rendirle tributo a las recetas poblanas. Ubicado en el Centro Histórico, tanto sus murales como sus platillos narran la historia del estado: la trilogía de cemitas, el mole poblano, las albóndigas de cordero de Chignahuapan y el merengón. Desde su apertura en 2007 modificaron el concepto de cantina a esta cocina que resalta la tradición culinaria del estado.

Desde 2019, año en el que se unió a la oferta de restaurantes en Puebla, en el menú de Porfirio’s se expresa la diversidad gastronómica del país a través de comida contemporánea. Entre los platillos favoritos destacan el tamal de escamoles, el lechón confitado al pastor y el helado instantáneo hecho con nitrógeno, todos planeados por el chef corporativo Jorge Boneta. La experiencia culinaria sucede en un ambiente elegante gracias al mobiliario, los jardines verticales y el juego de luces y sombras.

Dirigido por el chef Fernando Barrales, La Noria es uno de los mejores restaurantes de Puebla para disfrutar de cocina de autor especializada en platillos del estado como mole de caderas, huauzontles en dos moles, portobello relleno de huitlacoche, canelones en huaxmole y linguini negro con camarones. Inaugurado en 1993, este restaurante utiliza la naturaleza de la ExHacienda San Miguel como arquitectura, lo cual ayuda a crear una atmósfera de tranquilidad y armonía, por lo que es ideal para visitarlo en pareja o en familia.

Entre los restaurantes que están marcando tendencia destaca Suntory, a cargo de los chefs Gonzalo Bautista y Samuel Flores. Esta cocina japonesa abrió sus puertas en el 2020 en la capital poblana, donde ofrece versiones sofisticadas de los platillos tradicionales como el teppanyaki, que se ha convertido en la especialidad de la casa. El ambiente creado por luces cálidas es ideal tanto para comidas familiares como de negocios.

En el primer piso del centro comercial Angelópolis se encuentra desde 2018 este restaurante cuya especialidad son los cortes a la parrilla y la comida argentina. El concepto es sofisticado porque cuida los detalles desde el diseño del lugar hasta la presentación de los platillos como la tártara de atún en salsa ponzu y el alfajor de dulce de leche. Los cortes pasan por un proceso de añejamiento que intensifica su sabor y les brinda mayor suavidad.

Desde 2018 es uno de los preferidos por los comensales poblanos gracias a su selección de cortes con alto grado de marmoleo, suavidad y jugosidad, los cuales pueden acompañarse con el vino de la casa (Punto Medio) entre otras opciones de la cava. Tanto en el salón como en la terraza sobresale la decoración vanguardista que combina luces y vegetación. Ideal para cualquier tipo de celebración.

Inaugurado en 2013, su amplio menú le permite ofrecer desde cortes de excelente calidad y mariscos frescos, hasta múltiples bebidas en su raw bar. Entre sus platillos destacan los tacos de costilla, las manos de cangrejo, el ceviche peruano y el New York Randazo.

La auténtica cocina poblana está representada desde 2007 por el restaurante del hotel boutique Casareyna. El diseño rústico de sus salones y sus espacios abiertos conforman el escenario ideal para probar una versión fresca y renovada de los platillos tradicionales, ejecutada por el chef César Medina, como los chiles en nogada, los gusanos de maguey y las chalupas, así como un bar especializado en tequilas y mezcales.

Creado por el chef Alfonso Lira en 2010 en la ciudad de Hermosillo, Sonora, y liderado por el chef ejecutivo Iván Ruiz, el estilo de este restaurante consiste en la reinvención de la gastronomía sonorense. Por eso los platillos de esta cocina de autor son originales, como los buñuelos de camarón en miel de tamarindo, el salmón alcaparrado y el Rib Eye mochomos marinado con una receta secreta. Para acompañar los alimentos se recomienda beber el vino de la casa y disfrutar del agradable ambiente para convivir con amigos.

Fundado en 2004, este restaurante es administrado por el Instituto Suizo y dirigido por el chef ejecutivo Eliuth Espinoza. En su menú de desayunos, comidas, cenas y panadería artesanal se fusiona la cocina francesa con la mexicana. Ofrece platillos como los caracoles en mantequilla de hierbas al ajo, los tacos de pato y los mejillones con echalote, vino blanco y hierbas de olor.

Este restaurante inaugurado en 2013 forma parte de Grupo Allegue, empresa poblana con más de 50 años de experiencia en la industria. Su especialidad son las carnes y los mariscos cocinados a la parrilla y al gusto del comensal, bajo la guía del chef ejecutivo Abraham Gil. El estilo de esta sucursal combina un diseño rústico con acabados modernos e iluminación tenue, lo cual crea una atmósfera idónea para que, tanto, amigos, parejas y familias disfruten de los mejores cortes de carne. Cuenta con menú infantil y área de juegos para los más pequeños.

Asentado en una casona antigua desde 2016, la propuesta gastronómica de este restaurante en Puebla le añade sutiles innovaciones de la cocina contemporánea al estilo tradicional poblano. El chef a cargo, Carlos Allende, ha creado un menú variado en el que sus platillos más exitosos son los moles, los pipianes o la lengua de res en adobo, así como los postres típicos de la ciudad: ate de membrillo con queso y dulce de camote con helado. Permite llevar a cabo reuniones personales o de negocios.

Perteneciente al Grupo Kampai, compañía regiomontana especializada en cocina japonesa desde hace 29 años, este restaurante liderado por el chef Pedro Antonio Rodríguez se ha consolidado por sus rollos como el Saigo Roll hecho de hamachi, atún, ikura con alga blanca por fuera, además de platillos como la hamburguesa de Wagyu con hongo shitake y queso manchego en sal de té verde. Cabe mencionar que también cuentan con un menú Keto que incluye entradas, rollos, platos fuertes y postres. Desde su inauguración en 2011 este lugar cuenta con amplias áreas para realizar comidas de negocios, tanto en el salón como en la terraza, así como una barra y una zona recreativa para niños, lo cual crea una atmósfera relajada para también visitarlo en familia.